Las características de un edificio saludable
En 2018 la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard impulsó una iniciativa relacionada con el concepto de EDIFICIO SALUDABLE. La idea principal de este proyecto consistía en mejorar las vidas de las personas, en todos los edificios y en todas partes. Esta investigación gira en torno al impacto de las construcciones sobre la salud, la productividad y el bienestar de los que habitan los edificios a diario.
Según este estudio, antes del Covid-19 europeos y estadounidenses, pasábamos el 90% del día en espacios cerrados por lo que era imprescindible determinar las características principales de un edificio saludable. Debido a la nueva realidad actual estos factores siguen en vigor e incluso es urgente ponerlos en práctica.
¿Qué son los edificios saludables?
El término saludable está adquiriendo un matiz relevante debido a la crisis sanitaria provocada por el Coronavirus. Desde marzo de 2020 todo se percibe en dimensiones de salud debido a que la pandemia del Covid- 19 ha afectado el bienestar de las personas a nivel mundial. Además, las restricciones y los confinamientos han ocasionado un nuevo planteamiento de los hábitos y de los estilos de vida de la sociedad. Por este motivo, se están poniendo en valor términos ya existentes y estudiados como el de edificio saludable. Esto se debe, a que desde el inicio de la pandemia nuestra vida transcurre en espacios cerrados la mayor parte del tiempo y nos planteamos cómo podemos mejorarlo.
Entendemos por edificio saludable el espacio comunitario que está pensado para contribuir a la salud y el bienestar de sus habitantes. Partiendo de esta premisa se presta atención a cada detalle de la composición de una estructura habitacional, desde el diseño hasta la construcción. Este concepto va unido a la idea de calidad ambiental interior con el objetivo de generar la mayor salubridad posible para las personas.
¿Qué factores son los que definen un edificio saludable?
La investigación del departamento de Salud Pública de la Universidad de Harvard determina 9 elementos imprescindibles para que el impacto de una construcción sobre las personas que lo habitan no incida directamente en su salud.
Los 9 fundamentos de un edificio saludable son:
- Calidad del aire. Para garantizar este punto es imprescindible la elección de los materiales de construcción y mobiliario. Además, hay que verificar la ausencia de contaminantes como plomo, PCB y asbestos. Por último, mantener unos niveles de humedad entre 30-60% .
Para un control de la calidad de aire sería imprescindible la instalación de sistemas de higienización y desinfección de aire y superficies en los conductos de ventilación. Estos equipos son capaces de desactivar mohos, patógenos infecciosos como el SARS CoV2 y eliminar olores e incluso pequeñas partículas de polvo.
- Calidad del agua. Instalando, si es necesario, un sistema de depuración de agua que favorezca su óptimo estado.
- Ventilación. Establecer una ventilación adecuada para controlar las fuentes de olores, productos químicos, emisiones de COV y dióxido de carbono y conseguir una adecuada calidad del aire interior.
- Confort térmico. Tomar medidas para que el confort térmico asegure un nivel de temperatura y humedad constante durante todo el año.
- luz natural en todos los espacios de la casa. La instalación de ventanas en la vivienda y el uso de bombillas de bajo consumo son dos requisitos fundamentales para cumplir este principio.
- Ruido. Aislar las distintas estancias interiores para disminuir la contaminación acústica.
- La seguridad del inmueble también es un factor diferencial. La existencia de planes de actuación en caso de emergencia o incendios es prioritaria en los edificios saludables.
- Polvo y plagas. Limitar el uso de pesticidas, productos químicos y limpiar de forma adecuada y eficaz para evitar la acumulación de polvo, suciedad y prever las posibles plagas.
- Humedad. Intentar evitar la formación de humedades durante y después del proceso de construcción.
Los edificios saludables serán la próxima revolución de la salud
Estos son los principios básicos para generar y mantener la salud de una edificación. En Modisy damos gran importancia a la calidad de aire que respiran las personas y no solo en la vivienda sino en el trabajo y en los lugares de ocio. Entendemos que existe una vinculación directa entre la higienización de los espacios comunes y la productividad de aquellos que los habitan. Un ambiente en el que se ha desinfectado el aire y las superficies mejora de forma directa el estado de ánimo y la salud de las personas.
Gracias a los sistemas de desinfección de Modisy, se pueden evitar dolencias propias de los lugares laborales como el Síndrome del Edificio Enfermo. Esta enfermedad consiste en un conjunto de síntomas originados por la contaminación del aire en los espacios cerrados. Este trastorno se soluciona, en la mayoría de casos, mejorando la salubridad del aire a través de ventilación natural y de sistemas de desinfección instalados en los conductos de ventilación.
BOREAS, la seguridad de un aire puro
Modisy diseña y fabrica equipos de desinfección integrados en los sistemas de ventilación de un inmueble (BOREAS). A través de su método de ionización por fotocatálisis todo el aire que transcurre por el equipo es irradiado por la luz ultravioleta y automáticamente se desactivan los patógenos y los agentes contaminantes existentes en el ambiente.
Un espacio cerrado debe promover el bienestar personal para fomentar la motivación, la creatividad, el trabajo en equipo, la salud, productividad, la retención del talento y el compromiso laboral. Además, debemos añadir otro concepto íntimamente relacionado como es la reducción de la huella ambiental y la eficiencia energética a la que contribuyen los equipos diseñados por Modisy. No podemos concebir un edificio saludable si no es sostenible.
Por tanto, nos encontramos en una realidad que demanda una nueva forma de habitabilidad responsable, consciente y respetuosa con la salud y el medio ambiente. No estamos hablando de un estilo de vida para el futuro, sino para el presente.